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Desde un rincón de la selva amazónica

Desde un rincón de la selva amazónica

Aprendí hace poco tiempo esta palabra kichwa: "Waylla". Quiere decir "verde".

Entonces me di cuenta que en el camino de Quito a Ibarra existe un valle y un río llamado Guaillabamba (en su grafía antigua) que viene a decir "llanura verde".

En la Amazonía domina el color waylla. Según dicen los expertos, el verde es "el color del espectro visible ubicado entre el amarillo y el azul".

Acá disfrutamos al contemplarlo todos los días en la hierba fresca, en cada árbol, en el verdín (primer color verde que tienen las hierbas o plantas que aún no han madurado). 4060 millones de hectáreas de bosque se contabilizaron en el planeta el año 2020: 0'52 hectáreas por persona. 

¿Y sus tonos? ¡Cuánta variedad! ... 
El verde esmeralda, viridian, turquesa, jade, persa, trébol, botella, lima, veronese, ceniza, irlandés, pino etc... Verde claro, verde oscuro... Para todos los gustos. El verde/waylla se asocia a la fertilidad y a la defensa ecológica. Hasta existen los partidos verdes. 

Hace 15 años tuve la suerte de volar en helicóptero desde Tiputini a Coca. Las 9 horas que se tarda yendo en la canoa de turno se redujeron a 50 minutos de vuelo. ¡Qué maravilla!. Ante mis ojos un océano de manto verde de distintos tonos y matices alfombrando el suelo selvático. "Ojos absortos por el asombro" - escribió Antoine de Saint-Exupéry en "El Principito".

En este momento escribo esta crónica desde mi habitación en Nuevo Rocafuerte. Dos ventanas, cada día, me inyectan luz y waylla amazónico. El color del paisaje donde uno vive influye en la forma de ser. 
No es lo mismo vivir en el desierto del Sáhara, en una ciudad rodeada de cemento que aquí.

Juan Santos en su libro titulado "Viaje al río Napo" apuntaba con buen tino: "La Hoya Amazónica, hace aproximadamente cien millones de años, fue parte del Océano Pacífico... El embrujo del bosque silvestre es inevitable... Lo que es eterno es el paisaje, siempre igual y siempre diferente... Hacer un viaje por la selva obliga a asumir con fuerza el acercamiento fraterno al bosque silvestre, a su fauna acorralada, y al hombre vivo y concreto tan injustamente comprendido".

Aunque percibimos algunas molestias concretas (insectos de todo tipo), vivir en este lugar es un auténtico regalo. Acá estamos rodeados de árboles frutales como la papaya, el araxa-coco-limón-fruta china-cacao-poma rosa-mandarina-naranja-plátano - chonta-guayaba-aguacate-guaba... 
Plantas medicinales como la hierbaluisa, la valeriana, el jengibre, moringa, jamaica ... Y árboles de noble madera como el cedro, emergen dentro del perímetro de nuestra casa.

Agradecemos a todos nuestros compañeros de misión que sembraron o plantaron lo que hoy disfrutamos algunos. 

Os deseo para este año 2022 contemplar los tesoros de la Vida permaneciendo en la admiración amorosa. SUMAK WATA KACHUN /que sea un hermoso año. 

Jesús Eugenio Jáuregui Arbizu. 
Misionero Capuchino