No se habla mucho de ello y sale muy poco a la luz, pero existe y es una realidad muy dolorosa. Hablamos del maltrato a las personas mayores. Así como hay una gran sensibilidad y legislación especial sobre el maltrato a los niños y a las mujeres -podríamos decir que a las mujeres jóvenes, porque las mujeres ancianas no gozan de la misma atención-, el tema de los mayores maltratados está siendo ignorado y en ocasiones silenciado.
Y algo que empeora este problema es que las personas mayores que lo sufren no suelen denunciar su situación, por miedo a represalias de quien los maltrata, o por su propia debilidad física o anímica, o por no tener claro qué pasará si hablan de ello, o por no saber en qué pararía un proceso jurídico…
El maltrato a los mayores debería empezar a ser abordado con seriedad por nuestra sociedad y por quienes tienen el poder de legislar, porque para el año 2050 los expertos calculan que en España los mayores de 65 años serán el 33% de la población y casi la mitad tendrá 80 o más años y por tanto muchos necesitarán ser cuidados por familiares, trabajadores, etc.
Todos los que conocen de cerca esto saben que el riesgo de maltrato en una persona mayor se incrementa con la edad. De ahí la urgencia de concienciarnos sobre la necesidad de afrontarlo. La definición más reconocida de maltrato a personas mayores es la de la OMS: “Maltrato es un solo o repetido acto o falta de acciones apropiadas, ocurriendo dentro de cualquier relación donde hay una expectativa de confianza, que causa daño o angustia a la persona mayor”.
Las formas de malos tratos más importantes abarcan los malos tratos físicos, psicológicos, económicos, así como la negligencia y la violación de derechos. Algunos expertos incluyen dentro del maltrato otras situaciones como el edadismo, el síndrome de la abuela esclava o el síndrome de Diógenes.
En la próxima revista iremos analizando todo ello de forma más pormenorizada.
Un saludo de paz y bien.
Aldara Bosch