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Mª Teresa Belda. Voluntaria insignia del comedor durante muchos años en el centro

Mª Teresa Belda. Voluntaria insignia del comedor durante muchos años en el centro

Durante muchos años, junto a los capuchinos, ha sido la persona infatigable e incasable que, con gran amabilidad y con mucha empatía, acogía a todas las personas que demandaban ayuda en el Centro.

Ella ha sido el rostro amable que ha hecho de nuestro centro lo que ahora es. Sin su entrega, como la de muchas otras personas voluntarias durante estos años, el comedor de San Antonio y por consiguiente el centro social no habría llegado hasta nuestros días.

Teresa ha vivido durante mucho tiempo por y para las personas que venían demandando ayuda. Recibiéndolas siempre con una palabra de cariño o un gesto de solidaridad. Me gustaría recordar dos de tantas enseñanzas diarias, con las que nos obsequió a todos los que tuvimos la suerte de estar cerca de ella. 

La primera, son esas palabras del evangelio de Marcos, con las que ella hacia bandera de su trabajo y su lema personal. 
De cierto os digo cuanto le hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños a mí me lo hicisteis.” Estas palabras eran para ella la fuerza y la energía diaria para estar siempre al lado de los más pequeños y como decía ella de las más insignificantes con los últimos de la fila con los que nadie quiere estar.

La segunda la gran elegancia y saber estar cuando consideró, después de tantos años trabajando, echarse a un lado para que fueran otros los que asumieran la responsabilidad de estar diariamente trabajando por y para los demás dando paso a otras personas, poniéndose de nuevo al servicio de los demás.

Hemos tenido mucha suerte, hemos compartido mucho, pero sobre todo hemos aprendido mucho de ti. De tu saber estar, tu gran tolerancia y sobre todo de tu gran generosidad y tu gran humildad. Por todo ello muchas gracias Teresa.

Óscar Matés