Ese es el caso del Centro Social San Antonio de Zaragoza, un recurso que habitualmente se llena cada día de grupos de personas que van al centro de día, al comedor, a los talleres de empleo, a las formaciones en informática, etc. y que ahora ha tenido que girar su intervención 180 grados.
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Desde hace una semana hemos cerrado el comedor y hemos anulado las actividades grupales. Pero los estómagos y corazones de las personas no dejan de latir y de pedir alimento. Las personas necesitan compañía, necesitan alimentos, necesitan un abrazo… aunque este durante un tiempo tenga que ser virtual. Por ello, durante este tiempo estamos trabajando de manera telemática en acompañar a las más de 35 personas que se alojan en dispositivos de nuestra entidad: residencia de mujeres en exclusión social, pisos de familias, etc...
Parte de ese acompañamiento se lo llevan nuestros mayores, el otro grupo de población al que atendemos en el Centro Social. Seguimos también durante estos días pendientes de la evolución de cada uno, de sus soledades, de sus necesidades.
Y como parte de ese trabajo estamos continuando con la entrega de alimentos. Ahora no puede funcionar el comedor pero sí podemos seguir atendiendo a las personas entregándoles comida elaborada o lotes de alimentos básicos.
Los compañeros de SERCADE de Zaragoza, cada día, se turnan para atender a esa gente y ser durante estos días alimento para los que tienen hambre y compañía para quienes necesitan un abrazo… aunque sea un abrazo en la distancia.
MÁS INFORMACIÓN:
contacto@sercade.org
976.371.628