En SERCADE trabajamos para romper el círculo de la exclusión social desde un enfoque integral, humano y transformador.
Atendemos a personas y familias que viven en situaciones de vulnerabilidad severa —sin ingresos, sin redes de apoyo, con dificultades en el acceso a derechos básicos— y lo hacemos a través de programas que ofrecen acompañamiento personalizado, apoyo emocional, orientación y cobertura de necesidades esenciales como vivienda, alimentación, salud o formación.
Nuestro objetivo no es solo paliar una situación de emergencia, sino crear oportunidades reales de inclusión.
Apostamos por procesos que fomenten la autonomía, el empoderamiento y la participación comunitaria. A través de redes de voluntariado, itinerarios de inserción, espacios de formación y el fortalecimiento de capacidades, facilitamos que cada persona recupere su dignidad, tome decisiones sobre su vida y camine hacia una ciudadanía plena.
Creemos que nadie debe quedar fuera, y que la exclusión no es una etiqueta, sino una injusticia que se puede revertir si se acompaña desde la cercanía, el compromiso y la acción social bien articulada.